Travesía Fugaz #02: Febrero es perfecto para hibernar

En un suspiro ha acabado Febrero. Para mi suele ser un mes muy íntimo…me refugio del hartazgo de frío y de los días azules y ventosos. Pero nada preocupante: precisamente hibernar me permite descubrir otros mundos cómo los que te traígo hoy. Aquí comienza nuestra travesía de Febrero.

#01 Una colina desde donde descubrir:
De crisálidas y ciclos.

Una oda a la evolución y el movimiento. Este vídeo de Sébastien Guérive te atrapa en pocos segundos. Experimenta con el ritmo y la danza en blanco y negro mientras crea similitudes con la naturaleza. Es absolutamente bello y cautivador.

#02 Una isla para volar:
Un poquito de humildad

Somos tan insignificantes, tan microscópicamente pequeños, que si todos tuvieramos conciencia de ello muchos conflictos no llegarían ni a la categoría de pensamiento.
Este es mi pequeño alegato para decir NO a las guerras.

#03 Un cobijo íntimo para inspirar:
El oráculo del arte

Hay días que el bloqueo creativo llama a la puerta y no hay manera de avanzar.
En esos días toca jugar. Uno de mis juegos para superar la barrera es invocar a la inspiración a través de este Oráculo del Arte. Saco una carta al azar y una figura artística me lanza tres mensajes sobre la inspiración, el trabajo y la vida según su trayectoria y obra.
No te preocupes, no es nada esotérico ni misterioso… ¿pero, porque será que tres de cada cuatro veces me sale la carta de Sophie Calle? Creo que el universo trata de decirme que tengo que ir a Málaga… ;) ¿Quién se apunta?

#04 Un rincón para conectar:
Ruido de fondo

Yo pertenezco a esa fauna que no consigue concentrarse en las cafeterías para trabajar, mi naturaleza curiosa hace que mi cerebro esté atento a mil cosas además de la pantalla del pórtatil. Pero cómo sé que es bastante probable que a ti no te pase, ésto te va a encantar: I miss my cafe. Ideal para esos días que no puedes bajar a por tu café vitaminado o que necesitas sentir humanidad a tu alrededor.

#05 Un lugar tuyo para el resto de nosotros:
Amante del chocolate, esto es de otro mundo

Conocí a Agur allá por el pleistoceno, en una etapa que me regaló maravillosas personitas que siguen estando cerca pese a que vamos dando tumbos por diferentes lugares. Ella, fotógrafa de sensibilidad exquisita, acabó en Eidfjord, Noruega, y desde allí, a los pies del fiordo, se reinventó y fundó Fjåk Chocolate. Y oye, en mi vida he probado una delicia cómo su chocolate. Es el alimento de los dioses.

Y hasta aquí la íntima travesía de Febrero…
Pronto nos leemos de nuevo, pero antes dale al play y acaba este mailing con una sonrisa. ¡Qué tengas muy feliz mes!

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¡Nos vemos a finales del próximo mes!
Abrazo inmenso,

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